Muchos mitos se han creado alrededor de los beneficios de la leche para el organismo. En los últimos años, la tendencia a reducir el consumo de leche, por propia voluntad o por intolerancia a la lactosa, ha ganado muchos adeptos. Es por esa razón que han salido al mercado nuevos productos para dar una respuesta a quienes prefieren un consumo menos dañino.
De acuerdo con el informe de la Asociación de Intolerantes a la Lactosa (Adilac), al menos un 30? los españoles han padecido de este mal, y esto se ha visto reflejado en la disminución de la adquisición de productos lácteos. En 2019, lejos de crecer, el consumo fue 0,3 % menos que el año anterior.
Cuáles son los beneficios de la leche deslactosada
Este tipo de leche, que es modificada para disminuir el contenido de lactosa, resulta especialmente indicada para las personas que sufren de intolerancia a esa proteína, tiene un sabor algo más dulce que la leche habitual y puede ser consumida por grandes y pequeños. A continuación, se detallan algunas razones por las cuales se recomienda consumirla:
Todos la pueden consumir
Aunque está orientada principalmente para quienes padecen de intolerancia a la lactosa, algunos estudios han comprobado que es tan nutritiva como la tradicional.
Puede ser consumida por aquellas personas cuyo organismo no produce lactasa, que es la enzima que metaboliza la lactosa y extrae sus nutrientes.
Pero dado que la ausencia de ese carbohidrato no representa perjuicio alguno al organismo, cualquier persona la puede consumir sin riesgos.
Ideal para quienes hacen dietas
Cuando se realiza el proceso de “purificación” o elaboración de esta bebida, es mucha la grasa que va perdiendo, lo cual la hace perfecta para las personas que desean perder algunos kilos o para quienes están haciendo dieta.
Tiene los mismos nutrientes que la tradicional
Es posible que muchas personas sientan cierta desconfianza sobre los nutrientes que puede tener, sobre todo si se trata del consumo para los más pequeños de la casa. Pero esta leche cuenta con la cantidad adecuada de calcio, vitamina C y fósforo, que ayudan al crecimiento sano y fuerte de los huesos.
Puede ser consumida por hipertensos
Si las personas sufren de presión arterial alta o algún tipo de problema cardiovascular, es normal que en la nueva dieta le prohíban el consumo de algunos alimentos, y la leche tradicional casi seguro será uno de ellos.
La leche sin lactosa, en cambio, puede ser consumida de manera segura ya que cuenta con una importante cantidad de minerales. También contiene vitamina B, perfecta para la generación de glóbulos rojos.
Es más digestiva
Para el caso de aquellas personas que sufren de intolerancia, por supuesto que es más ligera en el momento de consumirla. Cualquier persona que no es capaz de metabolizar la lactosa, a poco de tomar leche tradicional empieza a notar inflamación del vientre y gases a causa de la mala digestión. Estos efectos nocivos no se presentan cuando se toma leche deslactosada.
Contraindicaciones de la leche sin lactosa
Si bien la leche sin lactosa puede ser consumida por cualquier persona, es importante que antes de decidir eliminar la leche tradicional de la dieta y adoptar de inmediato productos sin lactosa, se haga un estudio.
Y es que, si no es necesario, se podría estar eliminando un grupo de alimentos importantes para la dieta, lo que provocaría una ausencia de nutrientes a los cuales el organismo estaba acostumbrado.
Así que antes de comenzar a consumir la leche sin lactosa, se debe consultar al médico para saber si es realmente necesario hacerlo, ya que se podría crear una reacción adversa, pero no debido a la lactosa sino precisamente por la falta de ese carbohidrato.
Algunas de las inquietudes más resaltantes
A pesar de ser muy común escuchar anuncios relacionados con la leche sin lactosa, lo cierto, es que existen muchas dudas que pueden ser contestadas
¿Qué es la lactosa?
Cada 100 ml de leche contiene aproximadamente 4,7 gramos de lactosa, un hidrato de carbono simple que está conformado por la unión de la galactosa y la glucosa. Un azúcar que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), al encontrarse en la leche, no es considerado azúcar libre, sino intrínseco.
¿Cuáles son los síntomas de un intolerante a la lactosa?
La mayoría de las veces estos síntomas se presentan posteriormente al consumo de cualquier producto con lactosa y pueden ser:
- Flatulencia.
- Estreñimiento.
- Dolor abdominal.
- Náuseas.
- Vómitos
- Diarrea.
¿Es nuevo este tipo de intolerancia?
Se tiene conocimiento que para el año 400 a.C. ya se sabía de personas que tenían problemas intestinales después de comer queso o tomar leche. No fue sino hasta 1950 que se dieron a conocer los primeros casos médicos registrados de personas intolerantes a la lactosa por falta de lactasa.
¿Es importante detectarla a tiempo?
La lactasa es una de las enzimas más importantes que se genera en el intestino delgado. Si el organismo no la produce o lo hace en cantidad insuficiente, es muy probable que se presente la intolerancia, que podría en algunos casos derivar en una lesión de la mucosa intestinal, lo que provocaría un círculo vicioso de mala digestión y lesión.
Si el diagnóstico y posterior tratamiento se demoran, puede hacerse muy difícil encontrar una solución.
¿Se le puede decir que es una enfermedad?
En absoluto, ya que al menos 2/3 de la población en todo el mundo la padece. Se puede decir que no es una enfermedad sino una incapacidad para digerir el azúcar de la leche.
¿En España, cuántas personas sufren de IL?
De acuerdo al último estudio realizado por la autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) al menos 2 de cada 3 personas en el país sufren de intolerancia a la lactosa, aunque muchas no lo saben.
¿Cuántos tipos de IL existen?
Hasta el momento, se han detectado tres tipos:
- Congénita: es la que se tiene desde el nacimiento. Muchas veces se ve en recién nacidos que presentan síntomas incluso cuando consumen leche materna. Aunque es poco frecuente, se puede dar el caso.
- Primaria: este se presenta con el paso de los años, especialmente cuando existe un descenso de la producción de la enzima lactasa en el organismo. Es muy común en los países del hemisferio sur.
- Adquirida: Suele darse como consecuencia de enfermedades o infecciones gastrointestinales o en celíacos (personas intolerantes al gluten por falta de otras enzimas digestivas).