En el pasado, la intolerancia a la lactosa era considerada una dificultad casi mitológica con poca o ninguna información al respecto. Hoy en día, con 3 de cada 10 personas con este trastorno, es más común de lo que parece y es más fácil sobrellevarlo.
Sin embargo, aún existen dudas y, en algunos casos, prejuicios sobre esta afección. En este post encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la intolerancia a la lactosa.
¿Cómo saber si eres intolerante a la lactosa?
Los síntomas pueden ser muy claros y evidentes después de la ingesta de leche o helado. Esto ocurre debido a que el sistema digestivo encuentra dificultad para descomponer la lactosa.
Los síntomas más claros de esta afección son los siguientes:
- Gases:
Ante la imposibilidad de descomponer la lactosa, ésta pasa por un proceso de fermentación en el colon, lo que termina produciendo una excesiva cantidad de gases de metano, dióxido de carbono e hidrógeno. resulta llamativo que los gases producidos por la fermentación de la lactosa son totalmente inodoros.
- Dolor de estómago e hinchazón:
La acumulación de gases deriva en una inevitable hinchazón abdominal, y en muchos casos dolor de estómago que puede durar algunas horas.
Esto ocurre por la expansión de las paredes intestinales con gases, agua y residuos de la fermentación de la lactosa.
- Diarrea:
El proceso de acumulación de agua trae como consecuencia directa que las heces se conviertan en líquidas, lo que produce diarrea. Lo más recomendable en estos casos es estar atentos e ir al baño.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que si la diarrea suele durar más de 5 días seguidos, puede ser un claro indicativo de que hay un problema más grave en el sistema digestivo.
- Estreñimiento:
En contraste, otro síntoma que puede presentarse, aunque no en todas las ocasiones, es el estreñimiento.
Se conoce como estreñimiento a la dificultad para evacuar las heces de los intestinos. Esto se produce cuando el metano ralentiza el movimiento de la comida en su paso por el intestino, lo que genera un retraso en el ciclo normal de desechos orgánicos.
Causas
En situaciones normales, la enzima llamada lactasa convierte el azúcar extraído de la leche en otros dos, galactosa y glucosa, que son absorbidos después por la mucosa intestinal y, finalmente, entran en el torrente sanguíneo.
La intolerancia a la lactosa viene producida por la incapacidad del intestino de generar, en cantidad suficiente, la enzima que convierte y procesa el azúcar extraído de la leche: la lactasa. Como resultado, la lactosa de los alimentos pasa directamente al colon sin procesarse, y una vez allí, se encuentra con la flora bacteriana lo que produce la mayoría de los síntomas de esta condición.
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Los problemas intestinales, de no atenderlos a tiempo y someterlos a tratamiento, pueden desencadenar patologías mucho más graves, sin mencionar que existe una probabilidad de que la vida misma se vea comprometida.
Como estos síntomas no necesariamente son fijos, es necesario confirmar o descartar que se padece de intolerancia a la lactosa. Para ello es recomendable asistir al médico para un diagnóstico definitivo.
Existen tres tipos de pruebas, para determinar esta intolerancia:
- Test de Hidrógeno en aliento: El test de hidrógeno espirado es la más efectiva forma de examinar el estado en que se encuentra el intestino. Para lograr esto, el paciente primero debe respirar en un recipiente y beber un líquido que contenga lactosa, luego vuelve a respirar en el recipiente para comprobar si los niveles de hidrógenos han aumentado, lo que significa que sí es intolerante a la lactosa.
- Prueba de sangre: Para determinar por la vía de sangre, el paciente debe beber un líquido con lactosa y dos horas después se procede a medir los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo. Si la glucosa no aumenta de nivel, significa que no se están absorbiendo como debe ser la lactosa. Esta prueba es la más efectiva.
- Prueba de acidez: Esta prueba por lo general se aplica en bebés y niños. Consiste en el análisis y detección del nivel de lactosa y ácidos lácticos en una muestra de heces.
¿Cómo debe ser el tratamiento de intolerancia contra la lactosa?
Aunque por el momento no existe un método para aumentar la producción de lactasa en el organismo, se puede implementar un tratamiento para evitar las incomodidades de esta condición:
- No consumir leche ni derivados lácteos.
- En caso de consumir helado, escoger los que no tengan lactosa.
- Evitar porciones que contengan lactosa en las comidas diarias.
Pero el hecho de cortar el consumo de leche no significa que se deba cortar el suministro de calcio, uno de los minerales más importantes que esta proporciona. Se recomiendan los siguientes alimentos:
- Salmón
- Leche de soja
- Naranjas
- Espinacas
- Brócoli
- Productos industrializados con composición de calcio como jugos y zumos, panes y píldoras multivitamínicas
¿Cómo reducir el consumo de productos lácteos gradualmente?
Por la importancia que tiene para el organismo y la costumbre de ingerirlos, resulta perjudicial cortar de inmediato el consumo de lácteos, por lo que se debe hacer gradualmente.
En algunos casos es posible que la persona consiga una tolerancia menor a los productos lácteos enteros, como leche y quesos completos, a diferencia de los procesados que tienen bajo contenido graso.
Algunos pasos para reducir el consumo de productos lácteos:
- Beber leche pero sólo durante las comidas: esto produce una desaceleración del proceso digestivo y reduce los síntomas de la intolerancia a la lactosa.
- Adquirir productos con bajo contenido de lactosa: muchos productos en los supermercados están identificados con la información de tener bajo contenido en lactosa.
- Consumir raciones pequeñas de lácteos: si no hay posibilidad de escoger productos con baja lactosa, se deberían consumir raciones muy pequeñas de productos derivados de la leche.
- Ingerir píldoras que contengan la enzima lactasa: es necesario recordar que las causas de la intolerancia a la lactosa tienen su origen en la baja producción natural de la enzima lactasa en el cuerpo, y aunque estas píldoras no son infalibles, pueden ayudar un poco a reducir los síntomas adversos de la intolerancia.
Consultar al médico
Antes de tomar una decisión, primero se debe consultar a un médico especializado para determinar una línea de acción sobre cómo tratar este trastorno, evitando de esta forma reacciones o síntomas secundarios producto de la automedicación.